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Inspirarse en las mujeres de la vida cotidiana no es habitual. Las decisiones que tomamos marcan el destino para dejar huella en otros y otras.

Lesly, después de llevar 5 años en la empresa donde trabajaba en Bogotá, decidió renunciar por una ‘mejor’ oportunidad laboral. Pero mi amiga, quien es muy brillante, no se acopló a su nuevo empleo y también renunció a este. ¿La razón? Lesly ha sido muy entregada a su trabajo, y por primera vez quería tomarse tiempo para ella misma. Así que ahora trabaja como «Abogada Freelance» para una entidad, cuenta con más tiempo libre, compró un carro con sus ahorros, y, de verdad, luce mucho más feliz.

Sara, oriunda de Cartagena, es una ingeniera multifacética, es bastante creativa y soñadora: quiere crear su propia marca de labiales y venderlos por Internet. Tras unos meses sin empleo Sara consiguió trabajo en un proyecto que tardará dos meses en iniciar. Con algunas deudas del banco, mi amiga compró un tiquete para Estados Unidos donde está trabajando temporalmente. Lo más asombroso es que ‘Sarita’ no se quedó cruzada de brazos, buscó la manera de pagar sus deudas y obtener más fondos para su sueño personal.

Finalmente, Vanessa la «mujer maravilla», tiene 26 años, es empresaria, comunicadora y periodista. Nos conocimos cuando ambas iniciábamos nuestras carreras profesionales, y después de 4 años, ha logrado incursionar en el mundo de la producción y distribución de bolsos, carteras, accesorios y ropa al estilo ‘boho’ e ‘hindú’. Para Vanessa ser independiente no es para nada fácil, empezó vendiendo bolsos en Instagram, luego creó su propio sitio web, y recientemente llevó su marca a una feria comercial en Villavicencio.

Definitivamente, para ser una mujer maravilla, ¡hay que tener disciplina!

Lesly, Sara y Vanessa han tenido experiencias profesionales y personales diferentes, y aunque sus pensamientos, costumbres o posturas frente a la vida seguramente también son distintas, estas mujeres comparten el deseo, las ganas y las fuerzas de conducir el timón de su propio destino.

A veces no creemos que nuestras experiencias puedan ser fuente de inspiración para otras personas, pero aún cuando «retrocedemos» un poco, es solo una maniobra de nuestro barco, para avanzar más en el camino.

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2 comentarios

  1. Y tu historia? Créeme que tu historia también es de inspirar y todo los que nos falta por vivir…. gracias al universo por colocarte en mi camino 🙂

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